¡Hola! Este sí debería ser mi último boletín del año. Como debiera tener algunas actividades en enero, las informaré en esos primeros días de 2025. Lo mismo con mi recuento de lecturas destacadas del año, que últimamente he publicado en enero del año siguiente porque sigo leyendo hasta el final de cada ciclo.
Como corresponde a este cierre, junto con mi acostumbrado recuento anual de estas fechas, quería compartirles un proyecto colectivo muy lindo que no solo concreta el año, sino también un proceso que comenzó hace ya un buen tiempo. Igualmente, quería contarles sobre una recomendación inesperada en un medio mexicano y una curiosa anécdota que involucra a la famosa escritora Mariana Enríquez.
¡Allá vamos!
Publicación de nuestra antología Peregrinos
En el ya lejano 2021, por razones de diversa índole, me sentía un tanto sola y desfasada respecto a mis propósitos personales como escritora y el progreso de otros pares. (Recordemos que esto fue dos años antes de mi ristra de publicaciones seguidas). Extrañaba también la idea de proyectos literarios colectivos e independientes con los que me sintiera realmente cómoda, desde su ejecución a la gente con la que iría a compartir páginas.
Por tales razones, entre otras, se me ocurrió la idea de crear un proyecto de antología colectiva exclusiva de literatura de fantasía que fuese totalmente independiente, digital y gratuita. En cuanto a autores, consideré a varios compañeros que conocía desde hace unos años y con los que habíamos ido construyendo un vínculo más orgánico que el infame networking utilitario, a partir de nuestros intereses compartidos en torno a la fantasía y la literatura en general.
Algunas de estas personas se entusiasmaron con el proyecto y así, tras varios años de dilaciones, surgió al fin la antología Peregrinos en un mundo de árboles entrelazados, que ofrece diversas miradas en torno a la literatura de fantasía y un muestrario de diferentes autorías internacionales-hispanoamericanas que están en pleno proceso de crecimiento.
En este enlace, puedes acceder a la descarga gratuita y a los nombres y procedencias de los autores antologados, así como los títulos de sus cuentos:
Escribí un par de paratextos complementarios a la obra en mi blog personal, por si al lector le interesa también explorarlos y entender mejor de dónde viene exactamente esta propuesta.
Prólogo a la antología.
En este texto, que introduce la antología, cuento con más detalles mis motivaciones para emprender la gestión de este proyecto, las dificultades que experimenté y que dilataron su concreción y la inestimable ayuda de los escritores antologados, Guadalupe Campos y Mario Rucavado, quienes se encargaron ad honorem de la edición de todos los cuentos.
También resumo las premisas de cada relato.
Un prólogo al prólogo: yo como cuentista.
En este texto, ya más personal, hago una retrospectiva crítica de mi accidentada trayectoria como cuentista de fantasía en los últimos 13 años. Comento cada antología colectiva en la que he participado, e incluyo también las personales. Termino con una pequeña reflexión sobre el proceso y qué podría depararme el futuro en esa línea.
El idioma de los dragones en Animal Político

Animal Político es un medio de prensa mexicano independiente. Curiosamente, me llegó la noticia de que mi antología de cuentos El idioma de los dragones había sido incluida en una lista de lecturas recomendadas por su comunidad Familia Animal.
Insisto en lo de curiosidad porque la edición citada fue la chilena, de Trazos de Aves, y no la mexicana, de Casa Futura, que habría sido quizá más esperable. No sé cómo la edición chilena habrá llegado al radar de los seleccionadores, pero agradezco mucho su inclusión. Imagino que el lector mexicano interesado buscará el libro y encontrará la versión local para comprar, o se animará a importar el libro chileno desde Buscalibre.
Otra curiosidad fue que, como me ha ocurrido ya muchas otras veces, por alguna razón insondable, la gente se confunde con mi basíquisimo, humilde y muy genérico nombre hispano. En esta oportunidad, me llaman “Paulina” Rivera Donoso. Yo me llamo PAULA. Le escribí al medio por Instagram para pedirles que corrigieran ese error, pero no sé si verán o atenderán a mi inquietud.
Pero bueno: el libro está y mi nombre real aparece en la portada.
Pueden leer el comentario a El idioma de los dragones aquí (es el número 9 de la lista):
Mariana Enríquez supo que existía mi libro
Mira esta imagen, incrustada desde mi Instagram de autora. El libro que sostiene Mariana en su mano izquierda es de mi autoría.
Ahora, ¿lo leerá? ¿Le gustará? ¿Llegará siquiera a hojearlo, o lo guardará en alguna suerte de cajón de memorabilia que debe recibir a raudales de sus lectores en cada presentación? ¿Existirá ese cajón?
No hay respuestas a estas preguntas. Acaso tampoco importen en sí mismas.
Sí quisiera contarles cómo pasó esto.
Mariana Enríquez viajó a Chile para a recibir el Premio Premio Iberoamericano de Letras José Donoso, versión 2024, desde la Universidad de Talca. En esta instancia, naturalmente muchos compatriotas asistieron a la velada, porque la autora es muy leída y querida acá. Entre ellos, fue mi editor Donald McLeod, a cargo de Imaginistas. Como suele ocurrir en estos encuentros, Doni aprovechó la oportunidad parar regalarle parte de su catálogo editorial, centrado en imaginación especulativa, a Mariana, quien accedió a sacarse algunas fotitos mostrando algunos libros, entre ellos el mío, La añoranza feérica: ensayos sobre literatura de fantasía.

La foto me emocionó y sorprendió, por lo inesperado (y medio surreal) de la situación. Otra vez: una gracia, en toda regla. Es una foto muy bonita, además. Mariana está guapísima, y se ve muy cool mostrando los libros.
Por supuesto, quise compartir esto como anécdota en mi cuenta de Instagram de autora. Mi esposo me sugirió que lo hiciera derechamente desde el feed y pusiera la cuenta de Mariana como coautora de la publicación, para que se viera más. Y así fue, porque Mariana la aceptó.
En el texto, a grandes rasgos, comenté el galardón que había recibido la autora, mis agradecimientos por su defensa constante a la ficción imaginativa en general y la alegría medio nerviosa que me suponía ver que mi libro llegaba literalmente a sus manos, fuese cual fuese su destino último.
Tras la publicación, me pasé unos cuantos días recibiendo una cantidad insólita, absurda, de likes, que naturalmente llegaban por la masividad y popularidad de la cuenta de Mariana. Fue una experiencia muy desconcertante para mí, que tengo una cuenta pequeña, con su propio engagement adecuado a sus dimensiones. Llegaron algunos seguidores a mi cuenta también, pero proporcionalmente poquitos.
Otra situación curiosa fue que algunos comentarios e historias compartidas se dirigían directamente a Mariana, aunque la publicación estaba escrita desde mi punto de vista, y que era evidente que la autora no les iba a responder. (Si eres lector de este boletín, puedes ir a la publicación y compartirme tus felicitaciones dirigiéndote a mí, si quieres 😆).
Desde el tiempo que llevo usando Instagram, siento que su público está acostumbrado a ser bastante pasivo por las mecánicas de la plataforma, que además es bastante anti-texto. Me ha pasado en otras ocasiones que el corazón de una publicación mía en el feed está en el texto de descripción, y que alguna gente solo comenta, con suerte, sobre la imagen. Gente que me consta que es lectora, y a veces aun escritora también.
Pero mi enfoque de mi propia cuenta como portafolio y anecdotario visible tiene que asumir también eso, aunque me resulte frustrante.
En cuanto a esta experiencia en sí, por supuesto me gustaría que Mariana Enríquez leyera mi libro de ensayos, pero sé que el mero acto de recibirlo como regalo no implica esto. Todos tenemos pilas de libros pendientes. Yo, además, soy una desconocida en este imperio de los nombres que es el mundillo literario de las grandes ligas, que suelen concitar más fácilmente lecturas.
Pero, como en las grandes canciones, como en esa gran canción que es The Bard Song - In the Forest, de Blind Guardian, la fantasía me enseñó que lo importa aquí no es la resonancia de mi nombre, sino mi obra.
¿Llamará lo suficiente la atención la propuesta de un libro de ensayos sobre literatura de fantasía, algo que, hasta donde alcanza mi conocimiento, no se ha hecho jamás de manera formal en nuestro continente? Me importa a mí, obviamente, y yo estoy consciente de su valor, pero ¿importará a tantos otros? ¿Le llegará a importar a la mismísima Mariana Enríquez?
No lo sé.
A Mariana Enríquez la leía antes en cuento, pero comencé a valorarla en serio como escritora desde que leí Nuestra parte de noche, que consideré entonces (y que seguramente seguiré considerando) la mejor novela latinoamericana (muy) contemporánea.
Otra anécdota: en su momento, escribí un ensayo sobre la obra, conectándolo con algunos elementos estéticos de la fantasía. En esos tiempos, la autora aún tenía Twitter, y mi esposo se lo compartió directamente. Al parecer, Mariana sí leyó el texto y demostró que le había gustado. Eso fue una pequeña gran alegría para mí.
Fuera de la broma del título de este boletín, no es mi intención hacer de esto un notice me, senpai, sobre todo porque en realidad Mariana Enríquez es de una tradición diferente a la mía y no es del todo una maestra directa como lo es, por ejemplo, Verónica Murguía.
Pero sería bonito si de todos modos leyera el libro, ¿no? Botellas al mar, como siempre.
Como sea, ese ejemplar del libro que esa tarde sostuvo Mariana llegará igualmente a alguna parte. Dónde, solo Dios sabe. A nosotros no nos corresponde saber. Los libros se cuidan solos.
Miles de agradecimientos a Doni y a Imaginistas por esforzarse siempre por estar en todas y luchar por sus libros y sus autores.
Miles de agradecimientos a Mariana Enríquez por recibir mi libro, acceder a sacarse una fotito con él, aceptar la colaboración en Instagram, y por haber escrito esa gran novela suya.
Les comparto a ustedes mi ensayo sobre Nuestra parte de noche:
Recuento de actividades de 2024 (en Ko-fi)

Este año también he hecho muchas cositas desde y por la literatura de fantasía.
Si no has seguido la ruta de todos mis movimientos este año (entendible), puedes ponerte al día con este post compilatorio. Si te gustó algo de lo que hice, puedes también considerar hacerme una pequeña donación desde mi propio Ko-fi, como un regalo de Navidad.
¡Y esto ha sido todo… por este año! Muchas gracias a los que me han acompañado hasta acá. Espero que sigan acompañándome al año siguiente, y los que vengan, si sigo aquí.
Seguiré luchando y gozando desde y por la fantasía, y sería genial que me acompañaran en ese otro peregrinaje de nunca acabar.
Que tengan unas bellas y/o tranquilas fiestas. Y si ya saben que no será así, deseo que encuentren consuelo y refugio en las historias que tanto amamos, a la espera de que la gran eucatástrofe que supone la Navidad se refleje también sus propias vidas, al menos en algún momento futuro del año que se avecina.
¡Nos seguimos leyendo!